domingo, 10 de febrero de 2013

como las serpientes

Así como las serpientes despojan sus pieles, entregue la mía  el sol se iba pero dejaba aun la arena caliente. el cielo miraba mi frente y el viento se preparaba para un gran abrazo. Creo que mis ojos se volvieron piletas de emoción,  una gota golpeo mi rodilla, indicando que debía ponerme de pie. la soledad era absoluta, la pena y la alegría formaron remolinos de azul y verde humo y como si se tratara de una guerra arrasaron con mis memorias, barrieron y regaron los lugares que tenia olvidado, el mar limpio mi cara y la piel ya no importaba, mi estomago aun apretado y la respiración derribo mis ojos cerrados. miraba un punto fijo,  el viento no quería seguir con su abrazo,ya no era tan necesario, ya las miradas no volverían a manejar mis debilidades, ya nadie seria mas fuerte, y el reflejo se volvería por fin mi amigo.

Esa tarde mi equipaje de 10 años se formo humo, me podía sentir en el aire. Me encontraba de espalda mirando como el cielo se encantaba al mirarme, mientras la inmensa cama de agua jugaba con lo material que no sentía, no necesito el cuerpo para derrumbar los alfiles y ahora mucho menos para ganar el partido.
Nadie estuvo ahí,  fue un sueño y por momentos un sueño dentro de otro. despertar ya no lo haré. o puede que ya lo esté.
Colgué cristales en el gran techo, los cuales secaron mi piel y con suaves caricias pintaron mi cuerpo, los lunares fueron tapados y mis ojos renovados  mi frente se inclino, y mis hombros bajaron de mi cuello, ahora entra todo el aire que mis pulmones pedían  ahora los minutos que hacen que mis pupilas dilaten fueron diferentes, y el abrazo del viento fue permanente.
 Limpio y honorado me presente ante las paginas blancas, donde mis piernas escriben nuevas y delicadas vidas. donde nuevos ojos proyectaran colores nuevos, el abrir los ojos toma mas sentido, los paisajes son de sepia al fin y el viento depara aterrizajes suaves, como los pañuelos blancos a la distancia que dejaron sonrisas y momentos, de seda vistieron mi cuerpo mientras el crepusculo confundia al cielo, mi firmesa se reflejo en los pasos firmes y amplios, ahora la ciudad me mira con otros ojos, lo importante es que me recuerda.