martes, 15 de noviembre de 2011

Day dreamer


Un sueño de los que gritas el despertar, de los que no puedes moverte, de los que sientes que tu cuerpo se agita de manera descontrolada. La alegría que se escapa durante el día, con sensación de culpa, el mar que mira fijamente tus ojos, tan fuerte que provoca el cierre inmediato, ese que me da miedo muchas veces, es diferente ahora… el tabaco que no deja de estar prendido, mis ojos miran perdidos en la maravilla... ¿podría alguien dejar mis pupilas quietas por lo menos unos segundos? Digo que seria posible.

Tierra, arboles, viento, la pena juega conmigo como un niño con las palomas… ese lugar es maravilloso, la naturaleza un tanto peligrosa pero esta todo en la dominación, en la entrega. Pequeñas luces se pegaban en mi ropa, quemando partículas… miles de risas locuras y silencios.

Los vidrios son un impedimento para que él juegue con mi ropa mi rostro y mi pelo, pero se siente igual de bien, hay momentos que pienso mucho en sus ojos dormidos, en su olor, su respiración, si estará bien, si sus palabras aun siguen siendo las mismas, si recuerda al niño de larga estatura y ojos grandes... por tan solo unos minutos logro lo que mas quería, esos minutos egoístas, los que no me caen muy bien, los que amo, los que odio, los que necesito.

Y como de la nada desaparece el resto y me encuentro solo, con un poncho que acaricio con mis dedos, siento como la lana pica en mi cuello, pero no me molesta, mi cuerpo dormido por la maravilla del oscuro lugar, mi respiración lenta, como hace mucho tiempo necesitaba tenerla, mi corazón agitado, esta vez de alegría…

Es extraño la mescla exacerbada de emociones, es extraño pensar por uno, es extraño mirar mi mano derecha, es doloroso pensar en las cordilleras… tranquilidad podrías responder, me molestas cuando te silencian.

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