
Los pasos firmes pasan por mi lado, haciéndome titubear en mis propios pasos sobre el suelo… hoy fue tranquilidad absoluta de la que me estoy acostumbrando… Miradas por caminos extraños que forman maravillas de proyección de luz reflejada en el espejo. Gritamos de risa al ver como es tan sencillo el vivir la vida, el pensar que tu manejo de lo propio esta simplemente en tus manos día a día. Las sonrisas son perfecta ente los ojos de cualquiera, es lo mas sano que puede hacer un ser humano. El cigarrillo lo siento como mi mejor amigo, amistad a mi libre disposición.
Esa noche aprendí de la vida, mirando la vida del resto, pude sentir que es un juego donde los caminos se cruzan, algunos se unen, otros a mucha distancia, hay veces que esa distancia no existe. Caminando en silencio con grata compañía, solo eso, silencio, las luces extrañas en el cielo me entregaban tranquilidad, la hora no importaba, siempre pensé en no correr cuando disfruto de algo, en que el reloj puede pasar largas horas dentro de mi pantalón, silencio, suspiros de pena, mirada fija… Esa noche hacia frio, pero no se sentía, el viento era el adecuado, mis pies no sentían cansancio, mi ropa jugaba a bailar golpeando mi piel… y mi alma la creía sentir.
Siempre cuestiono el que la gente se prohíbe de hacer cosas por lo que podría decir el resto, pero muchas veces caigo en lo mismo, esa noche aprendí que hay momentos para cada acto, ese era el momento de libertad absoluta, la noche permitía mucho, las mentes controlaban la situación. La gente habla sin parar, cuando más los quieres dejar de oír mas hablan, como los perros al ladrar, no entiendes el por que, solo es ruido incomodo para tus oídos. Tendido en el suelo tibio por el calor de la tarde, miraba esa maravilla de concreto, el edificio parecía respirar junto conmigo, las luces de los autos jugaban con mis pupilas, mientras mi cuerpo se hundía en el piso del hermoso lugar, de noche cambia todo, se ve todo mas simple y los detalles son poco visibles, por eso lo hermoso, miras mucho mas lento de noche. La confianza es algo que se gana dicen muchos por ahí, yo defiendo que la vida te sorprende, que la confianza es parte de la vida y por lo tanto ella decide cuando entregártela, esa noche pude sentir una confianza diferente, caminar seguro de la mano, aun que fuera un juego, sentí confianza, la cual me había dejado de visitar. Las almas se juntan por alguna razón mágica, somos herederos de almas, lo afirmo y lo mantengo. Mi cabeza es como un estadio repleto de voces, yo juego a la ruleta para seleccionar palabras y formar frases, de algunas rescato solo las intenciones, mi vida esta cambiando, lo puedo sentir día a día, ya nada es como antes que podía manejar situaciones sin que nadie quebrara mis esquemas, ahora es diferente, pero es bueno. Me agrada… pienso cosas que me hagan reír, grito cuando lo quiero hacer, salto por alegría en las calles, no me importa cuando las personas me miran y dicen cosas en los oído, pase sentado por largos minutos en la calle sin mirar nada, sintiendo mi respiración, podía sentir como la gente pasaba esquivándome, los buces son mas ruidosos que la música en mis oídos, sentí una mano cálida en mi espalda, era ella, no la veía hace tiempo, no la recordaba pero sabia que la conocía, su pelo blanco encandilo mis ojos, se veía extraña con please please please let me get what i want en mis oídos, saque el audífono izquierdo para dejar de leer sus labios.
Con un tono amable – ¿hola estas bien?
Mi mirada pegada en sus ojos- si estoy bien. Respondí con amabilidad
Dejando de estar encorvada pregunto- ¿que hace sentado aquí solo a pleno sol?
Respondí riendo- estoy grabando, mire ahí están las cámaras. Sentí la humedad en mis manos al apuntar a la nada. El sol hacia que su pelo se viera aun más hermoso
Rio con ternura entendiendo que era una broma. Diciendo loco con un todo de madre superiora.
Con mis ojos fijos le dije, no se preocupe estoy bien, solo quiero estar tranquilo y disfrutar del sol un poco.
Me dio su mano para que me levantara, American Beauty sonaba cuando mi cuerpo se despegaba del suelo, voy por ahí le indique una calle… alejándome del blanco de su pelo.
Grito cuídese- respondí siempre. Y dos sonrisas se despidieron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario