lunes, 16 de septiembre de 2013

Desasosiego


La tormenta ya había sido anticipada por las estrellas ante los ojos dormidos, el desierto de pétalos amarillos y azules desaparecía haciéndolo imperceptible ante el tacto del mendigo de hojas, la noche se pinto de colores oscuros y las raíces de los pinos bañaron de rancia humedad los oídos, la mirada se detuvo durante mucho tiempo y el frío se sentía en sus ojos, el miedo envolvió el espíritu dejándolo casi inmóvil, nada delante, nada detrás, mucho menos a los lados, ni dentro ni fuera, los colores mas oscuros arruinaban la bella pintura de viento y agua, al igual como bailaba el vino entre sus labios pintándolos de imagen sucia. Situación desmerecedora de placer, de que los pómulos dejaron de levantarse  y los ojos perdieron aun mas fuerza, el sol constante encegueciendo al los morochos, aquellos únicos culpables de semejante remolino.
He de estar navegando por las noches en las maravilla de mis vientos, demoliendo nubes donde mis poros absorberán los escombros fortaleciendo al guerrero, preparando colores para el cambio de estación, que los vientos ahora son mas fuertes, igual divertidos….

Los encantos de los días donde la sangre, las cordilleras y el mar maquillan los muros  dejando sonrisas y ganas de elevar –elevarte. 

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